Descubre la Bélgica más culinaria

El reconocimiento de Bélgica como destino gastronómico cada vez es mayor. ¡Permítenos brindarte algunos consejos sobre qué debes probar sí o sí cuando visites el país! La cerveza especial belga, los gofres, el delicioso chocolate y las patatas flamencas son productos deliciosos e imprescindibles, pero Bélgica tiene mucho más que ofrecer: guisos deliciosos, su vino con historia y sus ollas rebosantes de ricos mejillones.

Existe mucho debate sobre los orígenes exactos de las famosas “chips”. Los franceses aseguran ser los "inventores" de la patata frita, algo que no les importa a los belgas. Están inmensamente orgullosos de su propio método a la hora de cocinarlas a la perfección. ¿Que cuál es el secreto precisamente para perfeccionar su cocinado? ¡Freírlas dos veces! Generalmente se usa una patata más blanda, que se fríe primero a fuego lento y luego a una temperatura más alta. De esta manera, el interior está más blandito y ligero, mientras que el exterior se queda muy crujiente. ¡Las clásicas patatas fritas o chips están lejos de ser simples! Las mejores patatas fritas, según muchas opiniones en Bélgica, se puede disfrutar en el establecimiento de Maison Antoine (frietkot).

Cuando estás en Bélgica, no puede faltar la cerveza. Los belgas son cerveceros de origen y profesionales del más alto calibre. Han elaborado cerveza desde la Edad Media y desde entonces han sido considerados como los mejores fabricantes. Desde aquí se elaboran más de mil tipos diferentes de cerveza. Comienza a descubrir la cerveza especial belga en Gante, Bruselas o Amberes y prueba la gran diversidad que ofrece el país. Desde cerveza rubia hasta cerveza negra, cerveza Lambic, trapense o la pilsner "estándar". ¡Cada cerveza se sirve en su propio vaso distintivo!

Un plato muy típico servido con patatas fritas es el guiso belga. Los guisos se elaboran de muchas formas, donde se incluyen verduras, carne de res e incluso conejo o cordero. Los ingredientes son cocinados lentamente en una salsa hecha de hierbas y una buena dosis de cerveza especial hasta que la carne y las verduras estén tiernas. ¡Una fiesta para los sentidos!

Lo que mucha gente no sabe es que Bélgica no sólo destaca por su cerveza especial, sino por su refinada colección de vinos. Los primeros viñedos fueron cultivados y gestionados por los romanos, aunque lamentablemente fueron abandonados al tiempo. Sin embargo, los belgas no se dieron por vencidos y actualmente existen alrededor de una docena de viticultores en áreas como Hageland, Haspengouw y Sambre-et-Meuse.

Los mejillones belgas forman parte de una de las especialidades más deliciosas del país. Normalmente se sirven en una olla esmaltada negra al lado de, cómo no, una gran porción de patatas fritas. Este plato también es conocido como 'moules-frites' o "mejillones fritos". En el establecimiento De Mosselbeurs en Ostende puedes probar este delicioso plato, salvo que estés en Amberes, en cuyo caso te recomendamos Maritime y Plaasj Kaffee.

¿Preparado para el postre? Entonces permite a tu paladar probar un poco de chocolate belga de renombre. Los amantes del chocolate pueden darse el gusto de probar este gran producto en toda Bélgica, aunque Planète Chocolat en Bruselas destaca como uno de los mejores artesanos de chocolate del mundo. ¡Aprende todo lo que hay que saber sobre el chocolate belga y emprende un verdadero "Choco Tour" por Bruselas!