Ruta de cata de cervezas en Bruselas
Te mostramos aquí una guía para realizar una buena cata de cervezas
Si hay una bebida que caracteriza a Bélgica, esa es la cerveza. Las hay de todos los tipos, sabores, fermentaciones, colores, etc. Desde luego, hasta quienes no son unos apasionados del lúpulo, ‘caen’ en su visita al país centro europeo. Una de las grandes capitales mundiales de la cerveza, junto a países como Alemania. Hay tantas, que es imposible probarlas todas y lo mismo ocurre con las cervecerías y los bares, están por todas partes
De modo que si nos vamos a alojar en uno de los hoteles baratos en Bruselas de los que dispone ibis, nos vendrá muy bien tener una buena guía de las mejores cervecerías y cervezas que degustar en la capital belga. Por supuesto, ¡con moderación!
La locura del Delirium Café
Céntrico y pintoresco como él solo, el Delirium Café
(Impasse de la Fidelite 4), ofrece miles de cervezas. Este lugar obtuvo incluso el Récord Guinness de oferta de este tipo de bebida. Si no
queremos ir con el miedo de perdernos ante tanta información, siempre podemos
consultar en su página web la carta, con una buena descripción de cada una de
ellas, e incluso con las novedades que entran cada mes.
Totalmente recomendable
probar, por supuesto, la Delirium Tremens, una cerveza fuerte (9 grados) triple
ale de un rubio oscuro, producida en Melle, al noroeste de la capital.
Visita ‘À la
Mort Subite’
Otra con nombre de cerveza es ‘À la Mort Subite’ (Mont. aux Herbes Potageres 7), que nos
remite directamente a la fantástica gueuze,
uno de los subtipos de las lambic, de fermentación espontánea, tan
conocida en nuestro país por los diferentes sabores en que se comercializa.
Por
supuesto, el precioso local de madera nos invita a probar, con ricos quesos, las
diferentes cervezas de su carta, que incluye una selección entre las que
destacan las de abadía (Grimbergen, Ciney), las trapenses (la magnífica Orval,
Chimay, Rochefort), o las Mort Subite (Cherry, Faro, Peach, etc.).
Visitar la cervecería de Cantillon
Beberse una buena cerveza es un fantástico plan pero, además, poder descubrir la cervecería, le da un plus
diferenciador que bien vale la pena. Esto ocurre en Cantillon (Gheude 56), una
de las cervecerías más afamadas del país.
Además de ofrecernos una docena
de brebajes de fabricación propia, nos ofrece una visita a la fábrica y al
museo, con degustación incluida, a precios muy asequibles. Normalmente, cierra
miércoles y domingos.
Espectáculo de
marionetas en Theatre Royal de Toone
Publicado por
Natalia Alcázar - 03/09/2018
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