Visitar Coímbra – Explora la historia y la gastronomía de la región

Situada en la orilla derecha del Rio Mondego, Coímbra es una ciudad de contrastes, historia, cultura, paisajes y gastronomía. Piérdete por los arcos medievales y las calles estrechas, crúzate con estudiantes, escucha fado y déjate encantar por la artesanía local. Ala Alta de Coímbra, donde en el pasado vivían los aristócratas, y el Clérigo son, a día de hoy, zonas dominadas por los estudiantes y turistas curiosos. 

La zona baja de la ciudad caracterizada por los barrios a orillas del río y solamente ligada al comercio, servicios e industria, es hoy escenario de largos paseos, restauración y monumentos históricos.

Otra parada obligatoria en Coímbra es la Quinta de las Lágrimas, con sus jardines románticos y deslumbrantes, la Fuente de los Amores y la Fuente de las Lágrimas que han servido como escenario a la trágica historia de amor de D. Pedro y Inés de Castro. Una leyenda que acumula recuerdos desde el siglo XIV y que ha inspirado muchas obras de literatura, poesía y música. 

La Fuente de los Amores ha presenciado la ardiente pasión de D. Pedro por D. Inés de Castro. Debe su nombre a Luis de Camões y, según las leyendas, nació de las lágrimas vertidas por D. Inés de Castro al ser asesinada (como demuestran las manchas rojas que todavía se pueden ver en la fuente). La Quinta de las Lágrimas es también constituida por un palacete del siglo XIX, árboles raros e exóticos, ruinas neogóticas y, más recientemente, por el anfiteatro de la Colina de Camões.

Saliendo caminando de la Quinta de las Lágrimas y continuando en dirección al centro de la ciudad, el Monasterio y Convento de Santa Clara- a-Velha son otro de los puntos de parada obligatoria en la orilla izquierda del Rio Mondego. El Monasterio, con ruinas fascinantes, representa uno de los primeros ejemplos de arquitectura gótica en Portugal. Al igual que el Monasterio de Santa Clara-a-Velha, la Iglesia de Santa Cruz es también una referencia importante para la ciudad de Coímbra. 

Este antiguo monasterio, construido en 1131 con la financiación de D. Afonso Henriques, obtiene el estado de Panteón Nacional en 2003. D. Afonso Henriques y Sancho I, los primeros reyes de Portugal, descansan en las elegantes tumbas, construidas en estilo Manuelino en la capilla mayor de la Iglesia. El interior de la Iglesia es vasto y está cubierto por majestuosas bóvedas de crucería y decorado por azulejos en un estilo barroco fascinante.

Otras de las riquezas de la ciudad son, sin duda, los dulces de las monjas. Dulces confeccionados en conventos, que se caracterizan por estar, en la gran mayoría, cocinados por cantidades considerables de huevos y azúcar. Coímbra presenta, así, una variedad de dulces entre los que destacan los Pasteles de Santa Clara, las Arrufadas, los Pasteles de Tentúgal, las Talhadas de Príncipe, el Manjar Blanco, las Queijadas y las Barrigas de Monja, entre otros. 

Para conocer y saborear estas pequeñas maravillas, uno de los mejores lugares a visitar es la Pastelería Briosa. Situada en el corazón del centro de Coímbra, junto a la estatua de la "Mata Frades", es considerada una de las más conceptuadas de la ciudad, y ofrece dulces conventuales tradicionales desde 1955. Entre algunos de los mejores dulces de esta pastelería destacamos los Pasteles de Santa Clara, pastel con forma de media luna relleno con dulce de huevo y almendra, espolvoreado con azúcar blanco. Estos pasteles exquisitos y deliciosos deben su nombre al Convento de Santa Clara-a-Velha y están entre los dulces más populares de Coímbra.