Durante tu estancia en Lyon, la colina de Fourvière, la cuna de la ciudad, cuyos orígenes se remontan a la antigüedad, es una visita obligada. Reserva en un hotel de Fourvière a un precio muy barato para descubrir un barrio colmado de visitantes que acuden a sus espacios verdes y sus vistas panorámicas únicas.
Hotel barato en Fourvière para descubrir los vestigios galorromanos de la basílica
Una colina galorromana
Desde el casco antiguo de Lyon, es posible acceder a la colina de Fourvière por una de las empinadas calles y escaleras, como la Montée Saint-Barthélemy, que comienza en la Place Saint-Paul. Los menos deportistas pueden tomar el funicular, también conocido como «la ficelle» (el cordón) por sus habitantes. Merece la pena visitar el lugar por sus interesantes miradores sobre la ciudad y por sus numerosos vestigios galorromanos, patrimonio de la fundación de Lugdunum por los romanos en el 43 a.C. La visita puede proseguir por los dos teatros antiguos donde hoy se celebran los conciertos del festival de «Nuits de Fourvière» cada año, por las antiguas termas o incluso por el santuario de Saint-Just.
Una basílica en lo más alto
En la antigüedad, la cumbre de la colina constituía el centro de la ciudad, junto con el Vieux-Forum, «forum vetus», que da nombre al lugar. En este rincón se erige la basílica de Notre-Dame de Fourvière, construida en el siglo XIX y convertida en uno de los emblemas de Lyon. Desde el atrio, la vista sobre la península y sus alrededores es impresionante y, cuando el tiempo lo permite, se pueden incluso vislumbrar los Alpes a lo lejos. El imponente edificio se caracteriza por sus cuatro torres principales, que le han apodado como «elefante invertido», y por su arquitectura que mezcla los estilos bizantino, románico y gótico. Conocida como «la colina que reza», Fourvière reúne varios lugares de culto, como la iglesia de Saint-Irénée, una de las más antiguas de Francia con su cripta carolingia.